Las derrotas son inevitables en la vida. A todos nos han ocurrido y nos seguirán ocurriendo en medio de las victorias y logros que tengamos a lo largo de nuestro camino. Así como con nosotros y nuestros padres, estas se presentarán también en las vidas de nuestros hijos y será nuestro deber enseñarles a sacar lo mejor de ellas, pues las derrotas no tienen que ser visto como algo totalmente negativo. Hay lecciones, habilidades y virtudes que podemos sacar de ellas, las cuales serán de mucha utilidad para el éxito de nuestros pequeñ@s.
¿Qué significa que los niños aprendan a perder?
Que los niños sepan perder implica una gestión positiva de las emociones alrededor de una derrota. Esto significa que nuestros niñ@s tengan las herramientas y habilidades para afrontar situaciones difíciles o frustrantes para ellos comenzando por no frustrarse; y luego, buscando el lado positivo y los aprendizajes que se puedan obtener a partir de un objetivo no logrado.
Los beneficios de saber perder para los niños
Que nuestros niños afronten bien sus derrotas puede generar una serie de beneficios para su crecimiento y desarrollo personal. ¡Te contamos algunos!
Sentirse apoyado
Parte de saber perder es tener la tranquilidad de que las personas que nos quieren seguirán ahí, apoyándonos, y que su cariño y soporte no se debe solo a los logros que podamos obtener.
Fortalecer su desarrollo personal
Las derrotas son igual de importantes que las victorias para forjar nuestro carácter y nuestra manera de encarar la vida. En ese sentido, saber perder nos ayudará a sacar lo mejor de cada situación, sea favorable o desfavorable.

Aprender a valorar los momentos
Saber perder enseñará a tu hij@ a valorar no solo las metas, sino también los trayectos, incluso si no se ha logrado lo propuesto. De esta manera, sabrá que todo esfuerzo vale la pena y que los fracasos también dejan lecciones importantes para cuando lo vuelva a intentar.
Mejorar sus interacciones sociales
Los rivales no son nuestros enemigos. Por ello, uno de los aspectos positivos de saber perder es mantener una buena relación con las personas con las que disputamos distintas cosas: competencias, puestos de trabajo, aprobaciones de proyectos, etc. Saber perder ayudará a tu pequeñ@ a ser más humilde y a imitar los buenos ejemplos que encuentre en los demás.
Mejorar la comunicación con sus padres
Sobreexigir a nuestros hij@s es una de las cosas más contraproducentes que podemos hacer en su crianza. En ese sentido, nuestros pequeñ@s deben sentir la confianza de poder perder o fracasar en algún proyecto sin que eso implique un juicio severo de los padres. Esto será muy importante para su salud emocional y para la relación que tenemos con ellos.
Asumir una actitud positiva ante un fracaso
Alguien que sabe perder nunca pierde del todo, es decir, que siempre sacará conclusiones o lecciones que sumen a su vida y por las que el esfuerzo siempre habrá valido la pena. Esto ayuda mucho a tolerar la frustración y cualquier mala racha que podamos tener. Con una actitud positiva, crecemos mejor y vivimos de una manera más agradable.

Actividades para que los niños aprendan a ser buenos perdedores
Asimilar correctamente nuestras derrotas es un proceso que debe trabajarse desde edades muy tempranas, con juegos y actividades que, aunque parezcan simples y sin mucha importancia, pueden ir dando forma a la resiliencia de los niños y preparándolos a asimilar mejor el escenario de una derrota.
Videojuegos
Cada vez va quedando más de lado el mito de que los videojuegos pueden representar una actividad dañina para los niños. Los padres debemos tener muy en claro esto y saber que, a través de los increíbles universos, historias y personajes que nuestros hij@s controlan en su computadora o en una consola, se desarrolla su tolerancia a las derrotas y su perseverancia para seguirlo intentando hasta ganar. Con un uso controlado y sin excesos (como con cualquier otra actividad), los videojuegos traen beneficios que no debemos subestimar.
Deportes
Los deportes son geniales para mantener una buena salud emocional, físca e integral. Practicar deportes implica estar expuestos a competencias en las que podemos ganar o perder contra otras personas, o en las que los competidores somos nosotros mismos si tratamos de romper algún récord o marca personal. Habrá momentos en que lo logremos y otros en los que no, pero sabemos que la única manera de superarnos es seguirlo intentando y no dejarnos desanimar por las derrotas.
Juegos de mesa
Si buscas algo que no incluya computadoras, pero que tampoco exija físicamente a tu hij@, los juegos de mesa son una actividad perfecta para compartir en familia y divertirnos tanto ganando como perdiendo por momentos. Cada juego de mesa estimula distintos tipos de inteligencias y estrategias, por lo que la práctica y la constancia harán que tu pequeñ@ busque seguir mejorando hasta ganar mientras va aprendiendo de sus derrotas.

Programación para niños
Hablamos de las ventajas de jugar videojuegos, pero la programación para niños es un punto y aparte dentro del ámbito digital. Implica no solo ser usuario, sino también crear tecnología con todo lo que incluye este proceso: acomodando líneas de código que pueden no funcionar o generar resultados no esperados. Un programador puede equivocarse y tener muchas derrotas en su camino hacia crear una aplicación, programa o juego, pero esos tropiezos forman parte del camino hacia dar forma a cosas increíbles dentro de la tecnología.
Consejos para enseñar a los niños a saber perder
Tras conocer los beneficios de saber perder y algunas actividades que nos permitirán desarrollar esta cualidad, toca hablar de acciones que los padres podemos tomar para influir directamente en la manera en que nuestros pequeñ@s toleran los fracasos.
No evitemos su frustración
La frustración es un sentimiento válido y natural ante una derrota, por lo que no debemos criticar a nuestros hij@s por el simple hecho de sentirla. Lo que sí debemos encaminar es su manera de canalizarla para que siempre sea de forma saludable, pero recordemos dar validez a su tristeza o molestia, porque de ahí partirán las ganas de hacerlo mejor para cuando se vuelva a intentar el objetivo.
Que experimente la victoria y la derrota
Para proteger los sentimientos de sus pequeñ@s, algunos padres llegan a ser muy sobreprotectores respecto a la frustración de las derrotas y fracasos. No hagamos eso. Los niñ@s deben saber desde edades tempranas que las victorias y las derrotas son posibles. Por ello, no les dejemos ganar fácilmente al jugar con ellos, ni los estimulemos a obsesionarse con ganar siempre.

Demos el ejemplo como adultos
Las reflexiones sobre la importancia de saber perder no serán del todo asimiladas por nuestros hij@s si nosotros, como padres, no predicamos con el ejemplo. Hasta donde sea prudente, mostremos que también somos seres humanos que, para llegar a donde están actualmente, no tuvieron un camino en permanente ascenso, sino también derrotas y fracasos que forjaron nuestro carácter.
Lo importante es participar
Nadie es recordado por algo que no intentó. Participar y aventurarnos a lograr un objetivo es lo más importante de todo, ya que, al margen del resultado, ese trayecto siempre deja lecciones importantes para volver a aceptar un mismo desafío, o consideraciones que podemos aplicar para otros ámbitos de nuestra vida.
Enséñale a no enfadarse cuando pierda
Habíamos dicho que la frustración es un sentimiento válido ante una derrota, así como la molestia o la tristeza. Sin embargo, debemos preparar a nuestros hij@s para una correcta gestión de sus emociones, de modo que ese malestar no sea algo muy duradero en el tiempo, sino solo un punto de partida para tomar las cosas con una mejor actitud posteriormente.

Enséñale la perseverancia
En otro artículo hablamos sobre cuán valioso es el valor de la perseverancia en los niños. En esa línea, debemos inculcar en nuestros hij@s que una persona exitosa no es la que gana siempre, sino la que no para de intentar ni de ser mejor cada día, en medio de los obstáculos y las pérdidas que puedan haber. Ante todo, el deseo de superación es lo que debe ir en primer lugar.
Enséñale a aprender de sus derrotas
Toda derrota deja aprendizajes. Pudo ser que nos faltó algún conocimiento o habilidad, o más entrenamiento, o un poco más de esfuerzo. Como fuera, todo fracaso debe llevarnos a la reflexión de lo que nos faltó para lograr un objetivo y tomar esto en cuenta para próximas oportunidades. Algo maravilloso de la vida es que suele dar revanchas, pero debemos llegar preparados para cuando estas se den.
¡Ya sabes cómo enseñar a tus hij@s a saber perder y tener un mejor carácter frente a las derrotas! Recuerda que, si quieres reforzar esta cualidad con habilidades digitales que sumen a su futuro profesional, puedes inscribirlos en los cursos de nuestra academia de programación para niños.
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