En el día de las niñas en las TIC (Tecnología, Información y Comunicaciones), les contaremos acerca de la trayectoria que han tenido las mujeres en el mundo de la ciencia y la tecnología.
Así como las diferentes maneras que existen para incentivar a las niñas a que se involucren en carreras STEM (Science, Technology, Engineering and Math).
Los estudios demuestran que las mujeres obtienen puntuaciones casi idénticas a sus compañeros varones en las pruebas estandarizadas en ciencias y matemáticas hasta la secundaria. Sin embargo, no siguen una carrera STEM en el largo plazo.
De hecho, los hombres se encuentran desproporcionadamente representados en títulos, trabajos e incluso con mejores salarios en puestos STEM, ¿Qué está pasando?
A través de los años, la representación femenina en carreras STEM ha evolucionado y su impacto en ella ha pasado, en gran parte, desapercibido. ¿Sabías de la historia de Grace Hopper y Mary Wilkes, dos mujeres pioneras en el desarrollo de software?
Son pocos los que conocen la historia de Grace, contralmirante de la milicia estadounidense y pionera en la creación de lenguajes de programación que aún son usados por IBM y Microsoft. Por otro lado, Mary Allen Wilkes, una de las primeras creadoras de software y encargada de programar la primera computadora interactiva de la historia.
Mujeres excepcionales, cuyo trabajo en programación es poco conocido en la actualidad, cuando antes era bastante normal el trabajo de programadoras.
De hecho, en 1967 habían tantas mujeres programadoras en Estados Unidos que Cosmopolitan sacó un artículo llamado “Computer Girls”. Las programadoras ganaban salarios muy altos, más de $150,000 en dinero de hoy; y su representación creció rápidamente, para el 1984 el 37% de todos los estudiantes graduados con títulos en computación y tecnología eran mujeres.
En una década su participación había duplicado. Pero luego, de 1984 en adelante, este porcentaje cayó y para el 2010, el número era la mitad, solo el 17.6% de los graduados de ciencia de la computación eran mujeres ¿Qué pasó?
Allan Fisher, ex decano de la carrera de ciencia de la computación de Carnegie Mellon, y Jane Margolis, científica social que ahora es investigadora principal en la U.C.L.A. Escuela de Educación y Estudios de la Información, llevaron a cabo una larga investigación y encontraron que el cambio empezó con la introducción de las computadoras personales en 1984.
Las familias empezaron a comprar computadoras propias para sus casas y la investigación indica que con ello la dinámica social cambió, los hombres, antes interesados por los grandes aparatos de hardware, ahora sentían mayor interés por el software, competencia que para entonces se relacionaba más como un trabajo hecho por mujeres.
Además, era dos veces más probable que los hijos varones recibieran una computadora de regalo y esta se instalara en su habitación. Las madres se encargaban del hogar y no mostraban interés por las computadoras, por consiguiente, las hijas tampoco.
Así mismo, en el colegio, se empezaron a crear grupos de computación, en donde la mayoría eran hombres y las mujeres empezaron a asociar la tecnología y la computación como algo de solo chicos.
En el Perú, tenemos un problema de representación femenina en el sector STEM muy grande, según el INEI, tan sólo el 8.7% de los empleos en Ingeniería, Industria y Construcción los tienen las jóvenes; Concytec indica que «apenas el 29.2% de los estudiantes matriculados en carreras de ciencia y tecnología son mujeres.»
La tecnología es utilizada en cantidades iguales por mujeres y hombres, sin embargo, la mayoría de los creadores de estas tecnologías son varones: el punto de vista de la mujer no se está tomando en cuenta al crear nuevos productos y tecnologías.
Por ello, debemos de trabajar en incrementar la representación femenina en carreras STEM para así desarrollar productos y servicios que cubran las necesidades y problemas de todos los usuarios, y qué mejor manera que empezar con las niñas.
Al involucrar a las niñas desde una temprana edad con la tecnología, ellas se interesarán e identificarán con esta. Según Collegeboard, las estudiantes que toman cursos avanzados de ciencia de la computación en el colegio, son diez veces más probables de estudiarlo en la universidad.
Algunas de las formas para involucrar a las niñas en la ciencia de la computación o en temas STEM son:
- Motivarlas a participar en actividades STEM a temprana edad, y así despertar su interés y curiosidad.
- Permanecer en contacto con una mentora en tecnología que la motive y le genere confianza para el aprendizaje de estos nuevos temas de tecnología.
- Explicarles, tanto a niños y niñas, la importancia del respecto a la igualdad entre hombres y mujeres.
- Involucrar de forma igualitaria a niños y niñas en temas STEM, en actividades extra e intra académicas.
- Redefinir el campo de las ciencias. Dejar de lado el concepto que se tiene “Las carreras STEM son sólo para varones poco sociables”.
- Ser prudentes al exigir perfección en el trabajo de las niñas, ya que puede generar estrés y desventajas en el día a día.
Las carreras de STEM son muy lucrativas y permiten el desarrollo de habilidades como el análisis y la resolución de problemas. Sin embargo, estas carreras aún no son estudiadas en igual proporción por hombres y mujeres. Debemos trabajar juntos en derribar las barreras sociales y crear un ambiente más inclusivo para el aprendizaje en STEM de las niñas a temprana edad.
EL FUTURO SERÁ BRILLANTE
En Crack The Code apostamos por la inclusión de las mujeres en el mundo tecnológico. Y qué mejor manera de hacerlo que creando un ambiente de aprendizaje óptimo, que genere confianza y curiosidad en las niñas.
Estamos seguros que apostando por ellas, su creatividad y su esfuerzo, crearemos un futuro con menos enfermedades, ¡menos problemas sociales y más tecnología!
¿De qué queremos que estén hechas la nueva generación de niñas?
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