Los niños y adolescentes de hoy conectan, juegan, aprenden e interactúan a través de plataformas digitales más que nunca. Pero, ¿qué sucede cuando la esfera digital se convierte en un campo de juego para el ciberbullying?
Esta forma de acoso que ocurre en el mundo online, trae consigo nuevas amenazas a la seguridad, la tranquilidad y el bienestar emocional de los más pequeños de casa.
De acuerdo con un reciente estudio de Pew Research sobre ciberbullying, cerca de la mitad de los jóvenes estadounidenses (46%) han experimentado al menos uno de los tipos de ciberacoso que existen.
Entender este fenómeno y cómo prevenirlo es fundamental para proteger a nuestros hijos. Por ello, en este artículo te contamos qué es el ciberbullying en los niños, cuáles son los tipos de ciberacoso que existen y las señales para detectarlo, así como algunas estrategias de prevención.
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¿Qué es el ciberbullying?
El ciberbullying, también conocido como ciberacoso, es un fenómeno de nuestra era moderna que se da cuando alguien utiliza tecnologías digitales, como redes sociales, mensajes de texto, correos electrónicos y sitios web, para intimidar, acosar o amenazar a otra persona.
Este comportamiento es común entre niños y adolescentes y puede tener efectos emocionales, psicológicos y físicos graves en las víctimas. Un dato alarmante sobre esto lo encontramos en un estudio de Lifespan Brain Institute que señaló una correlación marcada entre ser víctima de ciberacoso y un incremento de los pensamientos suicidas.
Pero ¿con qué nos encontramos exactamente cuando hablamos de ciberbullying? Bueno, para empezar, el acoso puede tomar muchas formas: desde burlas, insultos, hasta difamación, amenazas y exclusión social.
Y, a diferencia del acoso tradicional, el ciberbullying no se detiene cuando las clases terminan. Al ser online, puede suceder todos los días a cualquier hora y en cualquier lugar.
¿Cuáles son los distintos tipos de ciberacoso?
No existe un consenso entre las fuentes consultadas, pues son muchas las maneras en las que pude manifestarse el ciberbullying. Sin embargo, a continuación te mostramos 8 tipos de ciberacoso comunes en niños y adolescentes.
*Nota: se muestra el porcentaje de prevalencia que arrojó el mencionado estudio de Pew Research sobre cada una de las clasificaciones.
- Hostigamiento (11%): envío de frases ofensivas, amenazantes o malintencionados a través de correos electrónicos, mensajes de texto, chats o redes sociales.
- Denigración: implica dañar la reputación o las relaciones de una persona a través de la difusión de rumores, mentiras o secretos en línea.
- Exclusión deliberada: se produce cuando alguien es intencionalmente excluido de un grupo en línea, algo que puede ser perjudicial en círculos de amigos íntimos.
- Amenazas y humillaciones (26%) y amenazas físicas (14%): incluyen amenazas personales, a veces de daño físico, o el uso de lenguaje altamente ofensivo para humillar a la víctima.
- Suplantación (fraping): el agresor se hace pasar por la víctima para dañar su reputación o ponerla en una situación embarazosa (cuentas falsas, publicación de contenido en su nombre o envío de mensajes humillantes a sus amigos).
De hecho, un informe del Centro de Investigaciones del Ciberacoso en Estados Unidos, arrojó que el 9% de los estudiantes entrevistados admite haberse hecho pasar por otra persona en internet.
- Ciberacecho o stalking (11%): se refiere al acoso constante y sostenido, mensajes de miedo y acecho online.
- Señalamiento (Outing): esta es una táctica empleada para avergonzar a la víctima publicando su información privada, incluidas fotos comprometedoras o secretos, en una plataforma pública.
- Grooming (11%): ocurre cuando un adulto establece un lazo emocional en línea con un menor con la intención de obtener su confianza para fines de explotación sexual. Este proceso puede incluir halagos, regalos, y el intento de aislar al niño de su círculo de confianza.
Es vital familiarizarse con estas formas de ciberbullying para poder identificarlas y actuar de la manera correcta si alguna vez se presentan.
Las causas del ciberacoso
El ciberbullying, al igual que cualquier otra forma de acoso, no tiene una única causa clara. Se origina a partir de un intrincado conjunto de factores que pueden variar de un individuo a otro.
Sin embargo, hay algunas causas comunes que tienden a alimentar este comportamiento dañino.
- Anonimato: Internet permite a los usuarios ocultar su identidad real detrás de perfiles anónimos, lo que proporciona a muchos ciberacosadores el coraje y la oportunidad de actuar sin temor a repercusiones inmediatas o consecuencias en el mundo real.
- Poder y control: al igual que el acoso tradicional, el ciberbullying puede ser una vía para que los individuos ejerzan poder y dominio sobre otros.
- Venganza o represalias: el ciberacoso podría ser una respuesta a un conflicto existente, una disputa o incluso una percepción de un error o daño causado por la víctima.
- Diversión o entretenimiento: algunos ciberacosadores no se preocupan por las consecuencias emocionales y psicológicas devastadoras que pueden causar a sus víctimas.
- Inseguridad o baja autoestima de los perpetradores: muchos perpetradores compensan sus propias inseguridades y carencias como un intento de aumentar su autoestima.
Cualquiera que sea la causa, el ciberbullying no tiene justificación.
¿Qué señales brindan las víctimas de ciberbullying?
Si bien los niños y adolescentes pueden ser reacios a hablar sobre sus experiencias de ciberbullying, hay signos que pueden sugerir que están siendo acosados en línea.
- Cambios en el comportamiento o humor: si un niño que de repente se vuelve retraído, temeroso, ansioso, triste o deprimido puede ser víctima de ciberbullying. Sobre todo si este comportamiento ocurre luego de usar el móvil.
De hecho, un estudio de Ditch the Label señaló que el 36% de los entrevistados se sentían deprimidos a raíz del ciberacoso que sufrían. Esto puede tener consecuencias psicológicas y físicas en el desarrollo de los más jóvenes, además de afectar negativamente diferentes áreas de su vida como el desempeño académico, tal y como se ve a continuación.
- Alteraciones en el patrón del sueño y alimentación: las víctimas de ciberbullying pueden presentar cambios significativos en sus hábitos de sueño o alimentación, incluido un aumento o disminución en estos.
- Desempeño escolar decreciente: los niños víctimas a menudo muestran una disminución en su rendimiento académico debido al estrés emocional que causa el acoso.
- Pérdida de interés en las actividades que antes disfrutaban: si comienza a evitar actividades o eventos sociales que antes disfrutaban, podría estar tratando de evitar a su acosador.
Sabemos que no querer ir a clases puede ser una actitud común en un niño. Sin embargo, ante este comportamiento es necesario mirar más allá con el objetivo de comprobar si ese menor está experimentando algún tipo de acoso o ciberacoso.
Una encuesta de la UNICEF señaló que 1 de cada 5 niños ha faltado a la escuela por ser víctima de ciberbullying.
Recuerda, si bien estas señales pueden indicar que tu hijo está experimentando ciberbullying, también pueden estar relacionadas con otros problemas o estrés. La mejor manera de saber con seguridad es mantener abiertas las líneas de comunicación, escuchando y hablando abierta y honestamente con tu hijo.
¿Cómo prevenir el ciberacoso?
Debido al carácter anónimo del ciberbullying y el secretismo de las víctimas que sienten miedo y vergüenza de contar sus experiencias, detectar estas conductas es muy complicado.
Sin embargo, es posible llevar a cabo algunas estrategias para prevenirlo y garantizar la seguridad de los niños en internet.
Ignorar las provocaciones
A veces, el primer paso para enfrentar el ciberbullying puede ser simplemente ignorar a los ciberacosadores. Muchos de los victimarios buscan llamar la atención y una reacción de la víctima. Por ello, cuando ignorar sus acciones, puede desincentivar el comportamiento en primer lugar.
Configurar tu privacidad de manera estricta
Las reglas de privacidad existen por una razón. Asegúrate de que tus hijos conozcan y apliquen las configuraciones de privacidad en todas sus cuentas de redes sociales para mantener su información protegida.
Y no solo en las redes sociales. Esto también debes hacerlo en todas las plataformas en las que tus hijos interactúan con otros usuarios, como por ejemplo en Discord.
No facilites datos personales o sensibles
Informa a tus hijos sobre la importancia de no compartir información personal, como su dirección, número de teléfono o detalles financieros.
Reflexiona antes de publicar
Anima a tus hijos a considerar las consecuencias potenciales antes de publicar contenidos en línea. Una simple regla consiste en solo publicar algo que no te molestaría que vean tus abuelos, maestros o futuros empleadores.
Bloquea y reporta
Los niños deben saber que está bien, y que es necesario, bloquear a personas que los amenacen o intimiden en línea. Enseñarles cómo reportar estas experiencias a padres, escuela y las plataformas en las que suceden es crucial.
Documenta el acoso
Aunque pueda parecer contraintuitivo, es importante recordar guardar las pruebas del ciberacoso. Fotografiar o hacer capturas de pantalla de los mensajes, imágenes y otras formas de acoso puede ser útil si la situación se intensifica o requiere una intervención formal o institucional.
Habla con adultos y pide ayuda
Comunícales a tus hijos que siempre deben informarte si experimentan acoso en línea. Un adulto de confianza puede proporcionar apoyo, orientación y tomar las medidas necesarias para detener el acoso.
Enseñar a nuestros hijos estas habilidades y prácticas es una inversión invaluable en su seguridad y bienestar en línea. El ciberbullying puede parecer una dimensión escalofriante del mundo digital de nuestros hijos, pero con las herramientas y el conocimiento correctos, podemos ayudarles a navegar de manera más segura.
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