Cuando se es pequeño, el cerebro se está formando y está más abierto a nueva información, es por esto que hay cosas que las niñas y niños aprenden mejor y con más rapidez. Se dice que entre más temprano se comience a aprender un nuevo idioma, más fácil será su manejo y fluidez. Niñas y niños alrededor del mundo aprenden un segundo idioma desde las escuelas, o incluso desde casa, y con regularidad manejan estos idiomas mejor que sus padres, pues son más sensibles a aprenderlos y entenderlos.
Durante mucho tiempo, sobre todo en Latinoamérica, el inglés ha sido el idioma predilecto para una segunda lengua, a medida que ha pasado el tiempo este ha sido reemplazado por el chino, francés, portugués. Sin embargo, algunos padres hemos comenzado a notar que ya no solo basta con saber inglés o una segunda lengua, sino que ahora el idioma que le abrirá las puertas a nuestros hijos en el futuro será la programación.
Denominada como el “inglés del siglo XXI”, la programación, al igual que los idiomas, se entiende mejor cuando es enseñada desde pequeños y aprender programación trae los mismos beneficios que aprender un nuevo idioma. La programación es eso, un idioma, el cual se debe aprender a escribir y a “hablar”, tiene sus reglas y estructura, y más importante aún, al igual que con los idiomas nos permite comunicarnos.
En mi opinión, la única diferencia significativa que existe entre los idiomas “tradicionales” y la programación es su receptor. Cuando hablamos otros idiomas nos podemos comunicar con personas de diferentes países y culturas, nos expande nuestros horizontes, por su parte, la programación nos permite comunicarnos con las computadoras, máquinas y aparatos, y en un mundo enteramente digital, esta será la diferencia.
Aprender un nuevo idioma trae beneficios cognitivos como la habilidad para resolver problemas, el desarrollo del pensamiento crítico, desarrollo de la creatividad, genera mejor flexibilidad en la mente, mejora la capacidad de memoria y desarrolla habilidades multitarea, entre muchas cosas más. Aprender a programar trae consigo estas habilidades y además la facilidad de entender y desarrollar las nuevas tecnologías.
Hablar un segundo idioma, como el inglés, te abre las puertas en el mundo laboral y es considerado no solo como un plus, sino casi como un requisito. En una era digital, el plus del momento, ese valor agregado que las empresas alrededor del mundo tanto buscan es saber programar. Para el 2020, el 70% de los trabajos que requerían saber código no estan relacionados con tecnología, la programación no es exclusiva de los y las ingenieras.
Se los pongo así: según algunos estudios, en un futuro (más cercano que lejano) el 45% de los trabajos hoy realizados por personas, serán reemplazados por robots, máquinas o tecnología. ¿Qué debemos hacer? pues aprender a manejar la tecnología, desarrollarla, usarla como una herramienta y entenderla como una aliada. Entre más temprano lo hagamos, mucho mejor.
Así como otros idiomas, se debe enseñar programación en las aulas de estudio. Nuestros pequeños y pequeñas aprenden inglés desde que comienzan la escuela, ¿Por qué no enseñarles programación también? Está demostrado que entre más pequeño, mejor y más rápido se aprende. Esta se puede aprender desde los 5 años y existen varios cursos, métodos, niveles de dificultad y plataformas para hacerlo. Existen cerca de 700 lenguajes de programación con diferentes usos y aplicaciones, el horizonte es enorme.
Debemos dejar el miedo del contacto de nuestros hijos e hijas con la tecnología, en vez de verla como un enemigo tenemos que entenderla como una herramienta. Convirtamos el tiempo de pantalla en horas de enseñanza y productividad, la clave está en aprender a regularlo. En vez de que jueguen videojuegos, enseñémosles a crearlos, en vez de que manejen las apps de los celulares, que comiencen a crearlas. El mundo cambia y la estrategia está en adaptarnos para sobrevivir.
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