Todos sabemos cuán esenciales se han vuelto las habilidades relacionadas con las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en nuestra vida diaria y en el mundo laboral. Pero, ¿sabías que existe una brecha digital de género que está dejando a muchas mujeres y niñas al margen de esta revolución tecnológica?
Según las cifras de las Naciones Unidas, el 40% de las mujeres no tiene acceso a Internet o no puede pagarlo, lo que representa un desafío importante para lograr su inclusión en el campo laboral, donde las competencias digitales son cada vez más demandadas.
Esto no solo es un obstáculo para la igualdad de oportunidades en el trabajo, sino también para la igualdad de derechos en nuestra era digital.
En este artículo te explicamos qué es la brecha digital de género, su evolución a lo largo de los años, y, lo más importante, cómo podemos superarla.
¿Qué es la brecha digital de género?
Cuando hablamos de la brecha digital de género nos referimos a la desigualdad entre mujeres y hombres en cuanto a acceso, uso, influencia e interacción en el ciberespacio.
No es solo una cuestión de «quién» tiene acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), sino de «cómo» y «para qué» se utilizan.
Esta brecha abarca desde la falta de oportunidades educativas en ciencias de la computación hasta la subrepresentación de mujeres en puestos de liderazgo en la industria tecnológica.
Como ves, se trata de una problemática con múltiples caras que incluye factores sociales, económicos y culturales, y cuya superación requiere de estrategias integrales y transversales.
Brecha digital de género en América Latina hoy
En América Latina, la brecha digital de género se examina a través de múltiples dimensiones, destacando la propiedad de teléfonos móviles como indicador clave.
De acuerdo con un informe publicado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) con el Departamento de Sociología de la Universidad de Oxford, en 23 países latinoamericanos, se observa que, en general, las mujeres son menos propensas a poseer teléfonos móviles en comparación con los hombres.
Aunque la propiedad ha aumentado en la región en la última década, persisten disparidades notables.
Afortunadamente, algunos países, como Argentina y Brasil, se acercan a la igualdad, mientras que otros, como Guatemala y Perú, aún enfrentan desafíos en la reducción de la brecha.
El estudio también aborda la intersección de género y ubicación geográfica, evidenciando que las mujeres en áreas rurales enfrentan desventajas adicionales, constituyendo el grupo menos «conectado».
Asimismo, se exploran correlaciones entre las brechas de género en la propiedad de teléfonos móviles y otras brechas relacionadas con el uso y acceso de las tecnologías en la búsqueda y permanencia en un empleo. Los resultados sugieren que una menor brecha digital está relacionado con mejores perspectivas laborales para las mujeres.
Y entonces, ¿cómo eliminar o reducir esta brecha digital entre hombres y mujeres?
Estrategias para superar la brecha digital de género
Reducir y, en última instancia, eliminar la brecha digital de género requiere de un gran esfuerzo institucional y colectivo que va más allá de los recursos e infraestructuras disponibles. Por ello, es importante desarrollar estrategias que abarquen todas las dimensiones de esta problemática.
Desmantelando estereotipos de género en la tecnología desde la infancia
Según la CEPAL, en la mayoría de los países latinoamericanos, menos del 40% de las graduadas pertenecen a carreras de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (CTIM).
Las áreas con los índices más alarmantes son ingeniería, industria y construcción, con solo un 30.8% de participación femenina en la matrícula universitaria en 2019, y tecnologías de información y comunicaciones (TIC), donde solo el 18% de los matriculados en 2019 eran mujeres.
Debemos trabajar para eliminar las percepciones preconcebidas de que las carreras técnicas son exclusivas para hombres. Una forma podría ser introducir más actividades de ciencia y tecnología en las escuelas primarias como, por ejemplo, cursos de programación para niños.
En este proceso, es preciso asegurarnos de que tanto niñas como niños tengan igual oportunidad de participar.
Acciones gubernamentales para un acceso universal a las TIC
El gobierno debería invertir en infraestructura de internet en áreas rurales y desfavorecidas, y proporcionar dispositivos electrónicos a familias de bajos ingresos. Por ejemplo, en Uruguay, el plan “Ceibal” garantiza que cada estudiante tenga su propia laptop.
Por supuesto, como ciudadanos se hace difícil provocar un cambio significativo en este sentido, pero podemos presionar a las instituciones correspondientes para que esta transformación sea posible.
Promoviendo la alfabetización digital en comunidades marginadas
Organizaciones y empresas, tanto estatales como privadas, pueden ofrecer talleres de formación gratuitos en tecnología, o desarrollar programas de alfabetización digital en colaboración con los gobiernos locales.
Fomentando una conciencia social y colaboración en el acceso a las TIC
Otra estrategia es la de promover iniciativas de «donación tecnológica», donde las empresas y particulares donan equipos usados a escuelas y organizaciones en áreas desfavorecidas para reciclar la tecnología.
De igual forma, la colaboración entre diferentes negocios y entidades puede hacer esto posible.
Aumentando la visibilidad y liderazgo femenino en las TIC
Las empresas deben promover a mujeres dinámicas en roles de liderazgo tecnológico y permitirles mostrar su trabajo, a través de conferencias y eventos, blogs corporativos, redes sociales.
De esta forma, no solo se demuestra el papel de la mujer en las TICS, sino que esto también contribuye a que se acumulen los referentes y ejemplos que pueden ser inspiradores para las futuras profesionales.
Capacitación y habilidades TIC adaptadas a las necesidades de las mujeres
Algunas empresas y organizaciones pueden ofrecer cursos en línea diseñados especialmente para mujeres, teniendo en cuenta sus necesidades y horarios específicos de como madres y trabajadoras. De esta manera, se pueden ofrecer clases nocturnas o formaciones de fin de semana.
Programas de inclusión digital para mujeres en situaciones de desigualdad
Las fundaciones y organizaciones deberían crear programas de becas para mujeres en situaciones de desigualdad, dando acceso a la educación y capacitación en TIC.
Esto puede fomentarse a través de donaciones de otras empresas, becas otorgadas por concurso o gracias a los logros obtenidos por las mujeres en el ámbito profesional y educativo, entre otras.
Desarrollo de ciudadanía digital y uso responsable de internet
Las escuelas podrían incorporar en su currículo educación sobre ciudadanía digital y uso responsable de internet, enseñando a los estudiantes todo sobre la brecha digital de género, sus causas y consecuencias, así como buenas prácticas para garantizar interacciones seguras y respetuosas en línea.
Políticas públicas con perspectiva de género en el acceso a las TIC
Los gobiernos podrían establecer políticas públicas que requieran la igualdad de género en el acceso y uso de las TIC, por ejemplo, garantizando un acceso igualitario a formación y oportunidades laborales en este sector.
Fomento de la igualdad de género en el ámbito educativo y laboral
Las mujeres en América Latina han progresado notablemente en términos de educación, superando a los hombres por 6.1 puntos porcentuales en las tasas de graduación de secundaria.
Sin embargo, a pesar de estos avances, la CEPAL enfatiza que aún existen disparidades de género notables en ciertas disciplinas académicas. Estas discrepancias se vuelven más pronunciadas durante la educación básica y se agudizan aún más en el nivel de educación superior.
Si las instituciones académicas y laborales implementaran políticas de igualdad de género, como la representación equitativa en los programas de ciencias y tecnología y la igualdad salarial, se avanzaría grandemente en cerrar la brecha digital de género.
Abordando el acoso y la violencia de género en entornos digitales
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), advierte sobre la violencia digital que enfrentan mujeres y niñas. Esta violencia, que tiene características de género y suele ser sexista y sexualizada, se manifiesta en formas como amenazas, discursos de odio, acoso sexual, invasiones a la privacidad y difusión no autorizada de imágenes.
En particular, esta ciberviolencia se intensifica contra las mujeres que defienden los derechos humanos, las mujeres en la política, comunicadoras, periodistas y otras mujeres con roles de liderazgo en la sociedad.
Las empresas de redes sociales y otras plataformas digitales podrían implementar medidas más estrictas contra el acoso en línea, como sistemas de denuncia más efectivos y moderación proactiva.
Integrando la educación sexual integral en el sistema educativo
permitiendo que los jóvenes comprendan los riesgos y las amenazas presentes en la esfera digital.
Dentro de estos planes educativos, es importante abordar de forma integral el tema del ciberacoso, enseñando a los estudiantes cómo detectarlo, prevenirlo y cómo actuar ante situaciones de este tipo.
Este enfoque ayudaría a proteger a las niñas y mujeres jóvenes, uno de los grupos más vulnerables frente a esta amenaza, contribuyendo a combatir una de las dimensiones más peligrosas de la brecha digital de género.
Como ves, la brecha digital de género es un desafío complejo y multifacético que afecta a las mujeres en América Latina. Esta lucha requiere la participación de todos: gobiernos, organizaciones, empresas y ciudadanos.
Tenemos que cambiar nuestra cultura, normas y políticas, para permitir que cada individuo se empodere con el conocimiento y las habilidades digitales necesarias para prosperar en el mundo moderno.
En última instancia, cerrar la brecha digital de género no es solo una cuestión de equidad y derechos humanos, sino que también es esencial para el desarrollo y la prosperidad de nuestras sociedades. Las mujeres y niñas deben tener la oportunidad de participar plenamente y contribuir al mundo digital en igualdad de condiciones.
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